Palabracadabra

jueves, 27 de agosto de 2009




Santi Navarro (1973-2009) me dijo un día, muy serio, que él tenía un sexto sentido para descubrir el talento y para distinguir a las buenas personas de las malas, y yo le pregunté qué veía al mirarme con su visión de rayos X. Santi sonrió y me dio un abrazo.

Durante más de 15 años publicó sin animo de lucro a infinidad de historietistas jóvenes y desconocidos, muchos de ellos y ellas profesionales consolidados hoy en día. Publicó la larga serie Kaleidoscope de monográficos dedicados a autores, multitud de cómics con el mismo sello, la revista Nobanda dedicada a los nuevos valores y los especiales Lovexpress (en el que tuve la fortuna de participar) y Ellas son únicas, álbumes donde juntaba en las mismas páginas a lo mejor del panorama comiquero nacional. También fue guionista, dibujante, cinéfilo, gran conversador, gran persona y, sobretodo, amigo. Llevó su larga enfermedad con tanta dignidad que nos hizo avergonzar a más de uno por la poca dignidad con que llevamos nuestro día a día.

La última temporada le ví menos de lo que debería, y me dijo lo que te pasa es que tienes miedo de que me muera. Y tenía razón. Me daba pánico. Pero te quiero igualmente, contestó.

Lo cierto es que nunca creí en el superpoder de rayos X de Santi, pero qué bonito que un dia viera en mi cosas que uno mismo no es capaz de descubrir. Fue su sexto sentido defectuoso lo que me permitió ser su amigo. Y sólo puedo estarle agradecido.

Gracias, Santi.

2 comentarios:

Ana Portolés dijo...

Siempre he creído que el amor no es más que un enorme malentendido.

Bienvenido de nuevo a la blogosfera!

Una hija de puta con clase dijo...

Los que vivimos bordeando la muerte desarrollamos un instinto que nos permite ver más allá de los ojos, porque lo evidente pierde importancia. Tanta importancia.