Palabracadabra

viernes, 22 de agosto de 2008

El arte del azote

"Quería que me quitara las bragas yme pusiera de rodillas y rindiera culto ami culo. Me hizo girarme. Me pasó lamano por mi mata de vello púbico rubio,con sus cabellos suaves. Me metió undedo en la raja y exploró mis partes másíntimas. Yo era un río. Me dio la vuelta yme hizo inclinarme, con las manos en lasrodillas. Su mano exploraba mi culo conla misma precisión y detalle que habíavisto en su mirada. Cogió las bragas entreel pulgar y el índice y tiró de ellas con unrápido movimiento. Me las bajó hasta lasrodillas. Yo comencé a inclinarme paraquitármelas del todo. Él me detuvo.-Estás más desnuda así... -Entoncesse inclinó sobre mí y subió con sulengua desde el hueco de detrás de mirodilla hasta el pliegue de mis labios. Unapierna detrás de la otra. Ya no podía reprimirmemás. Mi mano se hundió en micaverna, comencé a masturbarme abiertamente,ansiosa (y temerosa) por lo queestaba a punto de llegar.Me pidió que me arrodillara delantesuyo, con la boca a la altura de su sexo. Yoquería que me follara, pero le hice caso.Se debe aprender a esperar... Mepalpó el trasero una vez más, pellizcándomey acariciándome. El primer cachetellegó como una emboscada, desde unlado, con un movimiento hacia atrás de lamano. Me sorprendió tanto que me dolióy di un salto. Le siguió otro cachete queme impactó en la parte baja de la espalda.Entonces fue dándome series de bofetones,alternando una nalga y otra, quehicieron que mi piel se enrojeciera comosi estuviera en llamas.Me golpeó también con el puño, provocandola aparición de cardenales. Perono protesté. Le pedí más, con una vozmás sensual de lo normal, una voz quesalía de mi vientre, que oía por primeravez. Me azotaba por placer, saboreandolos apenas perceptibles cachetes quecaían aquí y allí. Pero también me acariciabacon exquisita ternura, toqueteandomi culo y mi coño con la otra mano.Ya no podía soportarlo ni un momentomás. Enterré mi cara entre sus muslos.Froté mis pechos contra sus piernas. Mehizo levantarme y besó los globos queacababa de golpear, uno tras otro.-Magnífico -dijo-. Lo sabía, has nacido para esto."
Jean- Pierre Enard.

1 comentario:

Unknown dijo...

La ultima frase es genial.Me hace arrepentirme de no haber comprado,hace un par de dias, "Filosofia en el tocador" por 9 pesos/2 euros.