Palabracadabra

domingo, 8 de noviembre de 2009

"El síndrome del edificio alto en los gatos" en la revista MITAD DOBLE

La revista Mitad Doble publicó "El síndrome del edificio alto en los gatos" , historieta de 6 páginas dibujada por Berliac. Pueden leer la revista en su versión digital haciendo click AQUÍ.


lunes, 31 de agosto de 2009

jueves, 27 de agosto de 2009




Santi Navarro (1973-2009) me dijo un día, muy serio, que él tenía un sexto sentido para descubrir el talento y para distinguir a las buenas personas de las malas, y yo le pregunté qué veía al mirarme con su visión de rayos X. Santi sonrió y me dio un abrazo.

Durante más de 15 años publicó sin animo de lucro a infinidad de historietistas jóvenes y desconocidos, muchos de ellos y ellas profesionales consolidados hoy en día. Publicó la larga serie Kaleidoscope de monográficos dedicados a autores, multitud de cómics con el mismo sello, la revista Nobanda dedicada a los nuevos valores y los especiales Lovexpress (en el que tuve la fortuna de participar) y Ellas son únicas, álbumes donde juntaba en las mismas páginas a lo mejor del panorama comiquero nacional. También fue guionista, dibujante, cinéfilo, gran conversador, gran persona y, sobretodo, amigo. Llevó su larga enfermedad con tanta dignidad que nos hizo avergonzar a más de uno por la poca dignidad con que llevamos nuestro día a día.

La última temporada le ví menos de lo que debería, y me dijo lo que te pasa es que tienes miedo de que me muera. Y tenía razón. Me daba pánico. Pero te quiero igualmente, contestó.

Lo cierto es que nunca creí en el superpoder de rayos X de Santi, pero qué bonito que un dia viera en mi cosas que uno mismo no es capaz de descubrir. Fue su sexto sentido defectuoso lo que me permitió ser su amigo. Y sólo puedo estarle agradecido.

Gracias, Santi.

domingo, 18 de enero de 2009

Lupe y Bruno



Boceto de Mado Peña

domingo, 23 de noviembre de 2008

sábado, 8 de noviembre de 2008

Un poema

A menudo los recuerdos llegan inesperadamente,
luz muerta de estrellas distantes.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

DESIDERIUM

A partir del Viernes 7 de Noviembre y durante una semana en sesión única a las 21:45 horas, podrás visionar este film de MARTA SOLÉ en los cines VERDI PARK (Calle Torrijos 49, sala D).

La entrada es libre.



sábado, 1 de noviembre de 2008



Sólo tienen que clickar AQUI

jueves, 30 de octubre de 2008

Encuentro casual

- La entropía en un supuesto aleatorio en que X puede tomar los valores 0 o 1,depende de la probabilidad P(X=1) de que X tome el valor 1. Cuando P(X=1)=0.5, todos los resultados posibles son igualmente probables, por lo que el resultado es poco predecible y la entropía es máxima.

-Sí, es una suerte habernos conocido.

lunes, 27 de octubre de 2008

Biopic mediocre

Soy profundamente ignorante. Y cuando afirmo esto lo hago con seguridad, porque es de las pocas cosas que no ignoro. He alcanzado la edad adulta sin saber idiomas, sin especializarme en nada, sin conseguir elevarme entre la mediocridad general.

(aquí va el título)

Mis conocimientos en informática, finanzas, photoshop o cualquier otra materia imprescindible en pleno siglo XXI podrían situarse un escalón por debajo de lo precario. Mi vida sentimental está plagada de fracasos sonoros, y al escribir sonoros pienso en un ruido hiriente y seco, como el de un cristal sobre una pizarra. Económicamente puedo situarme en esa especie de clase media venida a menos que está tan de moda últimamente, que puede deber el alquiler de dos meses y no tener remordimientos al salir a cenar y pedir un vino de rueda caro, y postre y café, y copa y puro si apetece. Jamás he vivido largas temporadas en el extranjero, de hecho, he viajado muchísimo menos de lo que me gustaría, y probablemente todavía me quedan rincones de mi propia ciudad por descubrir. He visto muchas películas, eso si, pero mi mala cabeza me ha hecho olvidar buena parte de ellas. Y es que yo no tengo memoria selectiva, sino imprescindible: sólo recuerdo aquello que no puedo olvidar. Me gusta beber, pero mi paladar no gusta de cualquier cosa: si el alcohol no es bueno, ni lo pruebo (a no ser que ya vaya demasiado borracho. En ese caso, mi exigencia se sitúa por debajo del suelo que vomito). Si empezase ahora a leer, con ritmo ágil, y viviese ciento veinte años y no hiciese nada más hasta el día de mi muerte, no lograría leer ni un triste 1% de todos los libros que quisiera leer.

(aquí funde a negro)

A pesar de todos estos pesares, mi ego, como el universo, se expande sin razón ni remedio. Se esparce a lo ancho, sin dirección, sin objetivos. Tengo una imaginación líquida, pero no hay corriente que la arrastre. Simplemente va llenando un lago enorme al que ya no consigo verle los límites. Pienso en esto mientras lo escribo y me llegan a la cabeza razonamientos fragmentados que no parecen tener sentido. Pienso en las civilizaciones primitivas y su danza de la lluvia, y trato de entender la relación entre la danza y la lluvia, si la hay, desde un punto de vista antropológico. Pienso en si podré beber agua del lago, o hacerme un té, o darme un baño. Pienso que el 80% del cuerpo de la mujer es agua. Pienso en el vapor que convertirá mi cabeza en un desierto y que llevará lluvias torrenciales a otros lugares, que quizás yo ya no podré volver a visitar. Pienso que el futuro de la humanidad tal vez está en las estrellas, y salgo al balcón a mirar allá arriba, pero el cielo está nublado esta tarde, y puede que ese sea nuestro único futuro inmediato. Pienso en un artículo sobre la existencia de vida alienígena que leí una vez.

(aquí hay un encadenado)

La mayor parte de la comunidad científica siempre ha defendido la creencia de que existen civilizaciones extraterrestres aunque jamás hayamos podido contactar con ellas. Para ello, se apoyan en el llamado principio de mediocridad. La Tierra es un planeta de tamaño normal, comparado con los miles de planetas estudiados. Gira en torno a una estrella del montón que se encuentra perdida en las entrañas de una galaxia común. Se calcula que hay 100 mil millones de galaxias como la nuestra. Así que ese girar y girar absurdo y perpetuo parece ser la tónica en este universo nuestro. Nada tenemos de especial, admitámoslo. Si en un lugar tan mediocre como el nuestro ha podido darse no solo la vida sino la vida inteligente, nada nos hace pensar que el fenómeno no pueda repetirse en casi cualquier parte. Es un hecho: las cosas comunes se repiten una y otra vez hasta el infinito mientras que las excepcionales acostumbran a no repetirse nunca.
Basándome en esa idea, entiendo que haya vida extraterrestre y, sobretodo, que no hayan llegado nunca hasta aquí. ¿Para qué cruzar el cosmos sabiendo que sólo la mediocridad espera en el otro extremo? Uno se imagina surcando el infinito en busca de lo sublime, de lo excepcional, pero no de lo común. ¿Para qué ir tan lejos pudiendo bajar al supermercado de la esquina? La prueba más clara de que existe vida inteligente fuera del planeta Tierra es que nunca han intentado ponerse en contacto con nosotros. Esta última frase es de Bill Waterson, y debería ir antes del clímax.

(clímax o anticlímax o cualquier
cosa que preceda al final)

De la mediocridad surgió la vida inteligente, y no lo digo yo, lo dice la NASA.
Pienso en las cosas que he vivido y no me parecen mal. A pesar de la vulgaridad, soy extrañamente feliz. Claro que cambiaria algunas cosas del pasado, algún corta y pega, algún que otro reset, pero sobretodo bastantes rewinds e imágenes congeladas. Me rescribiría algunos diálogos, y tiraría de doblaje siempre que me quedara sin voz para decir esas cosas que nunca dije. Pero nunca actuaría con un fondo de croma, ni usaría dobles para las escenas peligrosas: volvería a jugármela otra vez. Alargaría el minutaje de las escenas de sexo y prescindiría de los finales dramáticos (no conviene abusar de ellos).

(créditos)

¿Sería una película coral? No, nada de eso. Yo sería el protagonista y todos vosotros actores secundarios. Para lo bueno y para lo malo. Hasta que la muerte nos separe. Amén.

(aquí ya no hay nada)